lunes, 9 de julio de 2018

Calino de Éfeso




Calino probablemente nació y vivió en Éfeso, ciudad griega de Asia Menor, y fue, junto con Arquíloco, uno de los poetas líricos más antiguos. Probablemente compuso sus poemas hacia la segunda mitad del siglo VII a.C., cuando los cimerios y treres, pueblos bárbaros de la estepa rusa, invadieron el reino de Lidia y atacaron las ciudades griegas de Asia Menor. Nada más se sabe del poeta.





1. En Antología de Estobeo:


¿Hasta cuándo estarán echados? ¿Cuándo tendrán un ánimo valiente,
oh, jóvenes? ¿No se avergüenzan ante los vecinos
estando tan relajados? Creen que están sentados en paz,
aunque la guerra domina toda la tierra.
................................................................................................................
y algún muriente lance su última jabalina!
Porque es honroso y espléndido para un hombre luchar
por la tierra, la esposa y los hijos contra enemigos.
La muerte entonces llegará cuando las Moiras la tejiesen.
¡Vamos! ¡Avance cada uno derecho
habiendo alzado la lanza y habiendo cubierto el valiente corazón
bajo el escudo tan pronto se trabe combate!
De ningún modo es posible que un hombre eluda la muerte asignada,
aunque pertenezca al linaje de ancestros inmortales.
A veces regresa habiendo eludido la muerte y el silbido de jabalinas,
pero la muerte lo alcanza en la casa.
Pero ese no es para nada querido ni añorado por el pueblo,
aunque pequeños y grandes lloran al otro si algo le sucediese,
pues toda la leva añora a un hombre valiente que muerte,
y en vida es valorado cual semidiós,
dado que con los ojos lo miran como si fuese una torre,
pues siendo uno hace valerse por muchos.


2. En Geografía de Estrabón: “Éfeso solía llamarse Esmirna, como por ejemplo en un pasaje de Calino, quien dirigiéndose a Zeus llama a sus habitantes esmírneos:

... compadece a los esmírneos

y de nuevo:

y recuerda si una vez muslos hermosos de vacas
quemaron los esmírneos


3. En Geografía de Estrabón: “Otra y anterior invasión de los cimerios es mencionada por Calino, donde dice:


Ya se acerca el ejército de los terribles cimerios


4. En Geografía de Estrabón: “El nombre de los treres, un pueblo tracio, aparece con tres sílaban en el poeta Calino:

... llevando a los treres





domingo, 8 de julio de 2018

Jenófanes de Colofón



Jenófanes fue un poeta y filósofo que nació en Colofón, ciudad griega de Asia Menor, en el año 570 a.C. Vivió allí hasta el 545 a.C., cuando los persas de Ciro II el Grande invadieron y conquistaron toda la Asia Menor que habían colonizado los griegos. Desde ahí viajó por toda Grecia y se asentó finalmente en Sicilia hasta su muerte en el 475 a.C. 
Compuso poemas filosóficos, históricos, teológicos, entre otros. Sus obras sobrevivieron únicamente gracias a las citas que otros autores posteriores hicieron de ellas. 
Los "fragmentos" que traduzco a continuación los tomé de la primera edición de 1903 del libro Die Fragmente der Vorsokratiker de Hermann Diels. Sigo el orden y numeración que este editor adoptó para ellos, aunque sólo elegí los fragmentos más extensos y de mayor interés.
Las citas estarán contextualizadas por las obras en las que fueron encontradas.


Elegías


1. En Banquete de los sabios de Ateneo de Náucratis: "Dado que veo tu banquete, como dice Jenófanes de Colofón, 'lleno de todo tipo de placeres':


Limpias ya están las copas, los pisos y manos de todos.
Uno coloca coronas trenzadas en torno,
y otro en un vaso un aceite aromático extiende al costado.
Llena de júbilo está parada la crátera,
y otro vino, que dice que nunca fallará, está listo,
suave, en vasijas, a flores oliendo.
El olíbano suelta en el medio su aroma sagrado,
fría y dulce y pura está el agua.
Yacen delante amarillas hogazas y una mesa honorable
cargada de queso y de miel deliciosa.
Aunque primero deben cantar los hombres alegres
con puras palabras y sacras historias al dios,
y habiendo libado y rogado que hacer lo justo se pueda
—porque esto está ciertamente más a mano—
no es excesivo beber cuanto aguantarías para llegar a casa
sin guía, a menos que seas viejo,
y de los hombres celebrar a ese que habiendo bebido expresase
cosas buenas sobre la virtud,
y en nada atender las batallas de titanes, gigantes y centauros,
ficciones de los antiguos,
o la violenta sedición—nada útil hay en ellos—
y siempre tener un buen miramiento con los dioses.


2. En Banquete de los sabios de Ateneo de Náucratis: "No hay nada sorprendente en la glotonería de estos hombres. A todos los competidores en los Juegos se les enseña a comer mucho al igual que a ejercitarse; y es por eso que Eurípides dice en su primer Autólico: 'De todos los malos que Grecia heredó, no hay ninguno tan grande como aquél que compite en los juegos', etc.—sentimientos que son tomados de las elegías de Jenófanes de Colofón, quien dice:


Pero si alguien se alzase con la victoria por la velocidad de los pies,
          o en el pentatlón en Olimpia,
donde está el recinto de Zeus junto a los ríos de Pisa, o bien luchando, 
          o también aguantando en el doloroso boxeo,
o bien esa temible competencia que llaman pancracio, 
          sería más glorioso de ver para los ciudadanos,
y ganaría los primeros asientos ilustres en los Juegos,
          y tendría los granos públicos del Estado,
y un regalo que sería su tesoro;  o incluso con los caballos. 
          ¡Todas estas cosas obtendría sin merecerlas como yo! 
Porque nuestro arte es mejor que la fuerza de los hombres o caballos.
          Aunque esto se ha normalizado muy azarosamente,
no es justo preferir la fuerza al buen arte,
          porque ni si hubiese un buen boxeador entre la gente,
ni un pentatlista, ni luchador, ni corredor
          —precisamente esta es la fuerza más apreciada
de cuantas obras de hombres hay en los Juegos—,
          tendría ciertamente por ello mejor gobierno el Estado.
Una pequeña alegría obtendría por eso,
          si alguien compite por la victoria junto a los bancos de Pisa,
porque no engrosan estas cosas los graneros del Estado.


3. En Banquete de los sabios de Ateneo de Náucratis: "Según Filarco, los colofonios, quienes, originalmente un pueblo de personas rudas y de maneras toscas, chocaron contra las rocas del lujo cuando se hicieron amigos y aliados de los lidios, paseaban con sus cabellos adornados con un ornamento de oro, en palabras de Jenófanes:


Y habiendo adquirido inútiles lujos de los lidios,
mientras estaban sin la odiosa tiranía,
iban a la plaza vestidos con túnicas púrpuras,
no menos que mil en total,
presuntuosos, enorgullecidos por melenas hermosas,
emanando el olor de cremas delicadas.


5. En Banquete de los sabios de Ateneo de Náucratis: “Era la costumbre verter agua en la copa primero, y luego vino; comparen Jenófanes:


ni alguien mezclaría habiendo vertido antes el vino en la copa,
sino el agua y encima el vino      

               
6. En Banquete de los sabios de Ateneo de Náucratis: “Ellos usaban las formas κωλῆνα y κωλῆν, “muslo”... comparen Aristófanes en el segundo Pluto: ‘¡Ah por el muslo que comí...’, y Jenófanes de Colofón en las elegías:


Porque mandaste una pierna de niño ganaste un muslo grasoso
de un gordo toro, algo honroso de obtener para un hombre,
cuya gloria alcanzará a toda Grecia y no cesará
mientras exista el linaje de las canciones griegas.


7. En Vida de los filósofos de Diogenes Laercio: “Para la inconsistencia de sus maneras tenemos testimonio adicional en Jenófanes, que en la elegía que comienza


Ahora, en cambio, paso a otra historia, y mostraré el camino


nos dice de Pitágoras:


y dicen que se compadeció de un cachorro maltratado
            cuando paseaba, y que dijo estas palabras:
“¡Basta! ¡No lo golpées! ¡Es el alma de un amigo
            que reconocí habiéndola oído hablar!”


8. En Vida de los filósofos de Diogenes Laercio: “Vivió hasta una edad muy avanzada, como el mismo nos dice:


Ya lleva sesenta y siete años deambulando mi pensamiento
a lo largo de la tierra griega,
y pasaron veinticinco desde mi nacimiento antes de ellos,
si realmente puedo decir la verdad de esto.             


9. En Etymologicum Magnum: “γῆρας ‘vejez’: el participio γηρείς ‘envejecido’... genitivo γηρέντος, como τιθέντος; comparar Jenófanes:


más débil que un hombre envejecido



Sátiras



10. En Sobre las sílabas dudosas de Elio Herodiano: 


Desde un principio, todos han aprendido a través de Homero…


11. En Contra los matemáticos de Sexto Empírico: 


Tanto Homero como Hesíodo han atribuido a todos los dioses
aquello que entre los hombres es reprochable y censurable:
robar, cometer adulterio y además engañarse mutuamente.


12. En Contra los matemáticos de Sexto Empírico: 


Proclamaron de los dioses el mayor número de acciones ilegales:
robar, cometer adulterio y además engañarse mutuamente.


14. En Misceláneas de Clemente de Alejandría:


Sin embargo, los mortales creen que los dioses nacen,
tienen ropas como las suyas y también voz y aspecto. 


15. En Misceláneas de Clemente de Alejandría:


Pero si tuviesen manos las vacas, los caballos o los leones
para dibujar con las manos y realizar obras como los hombres,
los caballos idénticas a los caballos y las vacas idénticas a las vacas
dibujarían las figuras de los dioses, y crearían los cuerpos
según el aspecto que precisamente tendría cada uno de ellos.


16. En Misceláneas de Clemente de Alejandría:


y los etíopes a sus dioses chatos y negros,
y los tracios blancos y pelirrojos dicen que son.


17. En un escolio de Aristófanes: “Baco era el nombre dado no sólo a Dioniso, sino también a todos los participantes de su rito, e incluso a las ramas que llevaban los devotos. Comparar Jenófanes en sus sátiras:


las bacantes de abeto están apiñadas alrededor de la casa


18. En Selecciones físicas de Estobeo: 


Desde el comienzo los dioses no mostraron todo a los mortales;
sin embargo, buscando, encontraron con el tiempo lo mejor.


22. En Banquete de los sabios de Ateneo de Náucratis:


Esto hay que decir junto al fuego en invierno,
acostado en una suave cama, estando lleno,
bebiendo dulce vino, comiendo garbanzos:
“¿Quién eres y de dónde vienes? ¿Cuántos años tienes?
¿Cuánto tenías cuando llegaron los medos?”



Sobre la naturaleza


23. En Misceláneas de Clemente de Alejandría: 


un único dios, el más grande entre dioses y humanos,
ni en aspecto idéntico a los mortales ni en intelecto.


24. En Contra los matemáticos de Sexto Empírico: 


Todo ve, todo percibe y todo oye.


25. En Comentarios de la ‘Física’ de Aristóteles de Simplicio de Cilicia: 


aunque sin esfuerzo del intelecto sacude todo con la mente.


26. En Comentarios de la ‘Física’ de Aristóteles de Simplicio de Cilicia: 


y siempre permanece en sí mismo sin moverse,
ni le es posible desplazarse de aquí para allá.


34. En Contra los matemáticos de Sexto Empírico: 


Y ciertamente ningún hombre hubo ni alguno habrá que sepa 
la verdad sobre los dioses y sobre todas las cosas que hablo.
Incluso si sucediese que dice acabadamente la mayoría de las cosas,
él mismo igualmente no sabe. La opinión se produce sobre todo.


38. En Sobre las sílabas dudosas de Elio Herodiano:


Si un dios no hubiese creado la amarilla miel,
dirían que los higos son mucho más dulces.