viernes, 22 de abril de 2016

Olímpica XI




A veces los hombres necesitan de los vientos,
y a veces de las aguas de los cielos, 
lluviosas hijas de las nubes,
pero si alguien con esfuerzo sobresale, 
melodiosas odas se convierten
en origen de futuras alabanzas
y en confiables testimonios de excelentes hazañas.

Este elogio irreprochable 
a los vencedores olímpicos está consagrado. 
Nuestras lenguas quieren decirlo: 
sólo gracias a un dios florece un varón con una mente habilidosa.
Y ahora, Agesiadmo, hijo de Argestrato
por tu victoria en el boxeo,
voy a cantar una dulce canción,
adorno para tu corona de dorado olivo
y para la raza de los Locros Epicéfiros.

Únanse allí al canto triunfal:
les prometemos, Musas,
que ni a un pueblo inhospitalario
ni desconocedor de acciones nobles,
sino habilidoso y guerrero irán.
Al carácter innato
ni el fulgurante zorro

ni los rugientes leones alteran.

lunes, 11 de abril de 2016

"Himno a Afrodidita" de Safo



Inmortal Afrodita de cincelado trono,
hija de Zeus tejedora de engaños, te suplico
que no sometas con angustias ni dolores
mi corazón, señora,

sino que vengas, si una vez y en otro tiempo,
oyendo mis palabras a lo lejos,
y abandonando el hogar de tu padre, 
viniste

unciendo el carro. Y te guiaban
bellos y ágiles gorriones sobre la negra tierra,
batiendo densas alas desde el cielo
por el medio,

que rápido llegaban. Y vos, dichosa,
sonriendo con tu rostro inmortal 
preguntábas qué sucede de nuevo
que de nuevo te llamo,

qué es lo que más desea mi enloquecido 
corazón. ¿A quién de nuevo persuado
a ir otra vez hacia tu amor? ¿Quién,
Safo, te lastima?

Porque si huye, pronto perseguirá,
si regalos no acepta, en cambio los dará,
y si no ama, pronto amará
aunque no lo quiera.


También ahora vení y liberáme de estos
penosos pensamientos, hacé por mí
cuanto mi corazón quiere hacer, y vos misma
combatí a mi lado.