martes, 3 de mayo de 2016

Olímpica XII



Te suplico, hija de Zeus Libertador,
que protejas a la poderosa Hímera, Salvadora Fortuna.
Por Vos en el mar son conducidas las veloces
naves, y en tierra las raudas guerras
y asambleas deliberantes. Pero las esperanzas de los hombres
a menudo suben y luego bajan mientras surcan 
ilusiones vanas.

Aún nadie encontró sobre la tierra
una confiable garantía de lo que deparan los dioses:
el conocimiento del porvenir yace en la oscuridad.
Muchas cosas suceden contrarias a las expectativas:
algunos pierden sus placeres y otros,
encontrándose en medio de penosas tormentas,
en poco tiempo cambian por grandes bienes sus miserias.

Hijo de Filanor, en verdad,
como un gallo de pelea encerrado en su hogar,
el honor de tus pies hubiera perdido sus hojas sin gloria, 
si la sedición no te hubiera despojado de tu paterna Cnosos. 
Y ahora, habiéndote coronado en Olimpia,
y dos veces en Pito y en el istmo, Ergóteles,
enaltecés los cálidos baños de las Ninfas
entrando a los campos de tu nuevo hogar.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario