martes, 9 de abril de 2024

Los hijos del medio de la Historia

¿Alguna vez se preguntaron quiénes son los hombres que protagonizan los eventos de El club de la pelea? Aunque el perfil de los miembros del club sea diverso, existen coincidencias importantes de señalar. En El club de los vírgenes a los 40, notamos que son solteros o divorciados de entre 30 y 40 años de edad. Pero existen otras semejanzas inexploradas entre estos hombres, de las cuales nos ocuparemos en esta nueva entrada.

Comencemos por su creador, quien le imprime su talante específico al movimiento que encarna. Él posee un título universitario y trabaja para una reconocida empresa de automóviles. Es lo que en Estados Unidos se denomina un trabajador white-collar, en referencia al cuello blanco de la camisa. Es decir que su fundador realiza un trabajo calificado de oficina. En las escenas de las peleas podemos ver que muchos hombres concurren con camisa, corbata y zapatos, por lo que una parte de los miembros provienen de la misma clase social que su creador. Pero también podemos ver que hay otros integrantes menos elegantes, muchos de los cuales tienen su ropa sucia o manchada con bebidas y productos sintéticos. Estos se conocen como trabajadores blue-collar, en referencia al color azul del overol que usan durante la jornada laboral. Es decir que hacen trabajos manuales y reciben una paga inferior por sus servicios. En esta categoría entran meceros, mecánicos, obreros, policías y cualquier otra profesión que involucre el uso del cuerpo. 

Existen diferencias económicas y culturales entre ambos tipos de trabajadores en Estados Unidos. Empero, ambas clases se encuentran sin distinciones en el sótano de la taberna de Lou. De este modo, la película nos dice que una misma preocupación se extiende entre los trabajadores. La propia terminología nos permite resolver esta incógnita: tanto los white-collar como los blue-collar tienen en común un collar que simboliza su esclavitud. ¿Pero esclavos de quién? Luego de "Fight Club": una radiografía del individuo moderno, estamos en condiciones de responder que son esclavos del capital, ya que viven para trabajar y utilizan su tiempo libre para consumir. En el siguiente fragmento de la película, Tyler describe con precisión el perfil de los afiliados:

Se trata de una generación que ingresó al mundo laboral luego del colapso de la Unión Soviética y que no ha vivido ninguna guerra o crisis como sus padres o abuelos. Por lo tanto, viven sin preocupaciones y sus únicas aspiraciones son volverse millonarios o famosos. Sin embargo, han descubierto que el dinero y la fama están reservados para unos pocos y que les cupo en suerte los oficios que nadie quiere hacer. Los trabajadores están enojados porque se sienten defraudados y descuidados. En palabras de Tyler, son los "hijos del medio" de la sociedad.

¿Quiénes serían, entonces, los "hijos mayores" y los "hijos menores" de la sociedad? ¿Quiénes son estos hombres que no participan del club de Tyler Durden? De los últimos, la película no dice nada, aunque podemos suponer que son los hombres que se ubican debajo de los blue-collars en la escala social, como los indigentes y delincuentes. Un marxista los englobaría bajo el término de lumpenproletariado, con el que se designa a las personas que no tienen vínculo con el capital a causa del desempleo o del delito. Como no lo producen o bien atentan contra él, no tienen cabida en la sociedad y se transforman en marginales. El único personaje de esta clase social representado en la película es Marla Singer. Por algún motivo, El club de la pelea decide no mostrar representantes masculinos del lumpenaje, aun cuando su idiosincracia es valorada positivamente como vimos en Marla Singer: ¿prototipo de Tyler Durden?

A quienes sí representa la película es a "los hijos mayores" de la sociedad. Entre ellos, encontramos a Richard Chesler, jefe del protagonista y gerente regional de la Federated Motor Company; Walter, un ejecutivo de cuentas de la Aluminum Association; Lou, el dueño de la taberna homónima; el detective Stern, quien investiga la explosión del departamento del protagonista; y el comisario Jacobs, que investiga los atentados terroristas del club de la pelea. En definitiva, "los hijos mayores" de la sociedad son los que administran y protegen la riqueza de los capitalistas. 

Al principio, las peleas no trascendían del sótano y el grupo se movía en la clandestinidad. Pero luego son descubiertos por Lou, quien intenta cerrar el club y le propina una golpiza a su fundador. Los miembros, entonces, deciden trasladar la pelea a la superficie y combatir al capital. En esta lucha revolucionaria, los primeros enfrentamientos se realizan contra estos pequeños burgueses:

La división entre ambos grupos sociales es tajante y Tyler deja en claro que los miembros del club realizan los trabajos serviles que estos pequeños burgueses no quieren realizar. Sus palabras tienen muchas reminiscencias con aquellas que pronunciaban los socialistas antes de la desintegración de la Unión Soviética. Si el protagonista de la película hubiese nacido algunas décadas antes de este suceso, seguramente habría llevado adelante una revolución socialista. Sin embargo, como vimos en Tyler Durden: ¿vándalo o algo más?, la distribución de la riqueza o la propiedad de los medios de producción no interesan al protagonista. En el nuevo mundo unipolar nacido del colapso del Bloque del Este, la rebeldía del hombre se manifiesta negativamente como destrucción y anarquía. Como ya no existe una alternativa, pareciera que es más fácil imaginar el fin del mundo que el fin del capitalismo. 

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